El Arte del Barro: Un Homenaje a la Alfarería Hondureña
Todos soñamos con crear un lugar que nos representa, un espacio que cuente nuestra historia y reflexione quienes somos. Cuando, después de años de esfuerzo, finalmente encontramos la casa que mi esposo y yo llamaríamos nuestro hogar, supe que quería llenarla con algo más que simples objetos decorativos. Quería piezas que conectaran nuestras raíces y que fueran un homenaje a lo que somos como familia, como marca, y como hondureños. Esta búsqueda me recordó la influencia de mi padre, quien siempre me inculcó la importancia.tancia de valorar lo hecho en Honduras, de consumir y apoyar lo que es nuestro, no solo como un acto de apoyo económico, sino como una manera de honrar nuestras tradiciones.
Mi padre, fundador de nuestra marca, nos enseñó que detrás de cada pieza artesanal hay una historia, una conexión entre la tierra y las manos que la moldean. Por eso, cuando buscaba accesorios para nuestra casa, no solo buscaba objetos, sino piezas que reflejaban esa esencia. Así, viajando por Honduras, descubrí joyas artesanales que, además de embellecer nuestro hogar, llevaban consigo la autenticidad de nuestra cultura. Entre estas, el descubrimiento más significativo fue la alfarería hondureña, un arte que una tradición, cultura y la riqueza natural de nuestra tierra.
Este proceso me inspiró a continuar con el legado de mi padre, no solo en el ámbito familiar, sino también a través de nuestra marca, siendo un puente que conecta el arte hondureño con el mundo. Mi padre siempre promovió la colaboración con comunidades que trabajan el arte de forma auténtica, y esa es una de las filosofías que mantengo viva en nuestro negocio hoy en día.
El Arte del Barro en Honduras: Una Tradición Viva
La alfarería en Honduras tiene raíces profundas que se remontan a tiempos precolombinos. En lugares como La Campa, en Lempira, la alfarería ha sido transmitida de generación en generación. Aunque algunas técnicas han cambiado, muchas tradiciones se mantienen vivas: el uso del torno manual, la cocción en hornos de leña y el toque personal de cada artesano, que convierte la arcilla en una obra de arte. La tierra es parte de nuestra esencia, y los artesanos hondureños logran captar la esencia de su entorno en cada objeto que crean, contando historias que resuenan en cada pieza.
Estos artesanos no solo ven en la alfarería una forma de ganarse la vida, sino una manera de expresar sus historias, su comunidad y su conexión con el mundo que los rodea. Cada pieza tiene un propósito único, desde las vasijas que utilizamos en el día a día, hasta las decoraciones que embellecen nuestros espacios, todas ellas capturan la esencia de su entorno natural y cultural.
Mi Colaboración con Elena Casco: Un Encuentro con el Arte del Barro
A lo largo de mis viajes, me di cuenta de algo crucial: en los países desarrollados, el éxito de sus artesanías no radica en los recursos que tienen, sino en el orgullo con el que los promueven. He visto cómo, a lo largo del tiempo, comunidades en países como Italia y Japón han perfeccionado sus técnicas artesanales y, con el apoyo de su gente, han logrado crear productos que son celebrados en todo el mundo. Sabía que en Honduras teníamos los mismos recursos y el mismo talento, pero que debíamos comenzar por creernoslo nosotros mismos.
Aquí es donde entra Elena Casco, una amante del arte y el mercado, quien, aunque no es una artesana de oficio, ha estudiado profundamente el arte del barro y siempre ha buscado una manera de exponerlo de forma auténtica y respetuosa. Cuando nos reunimos por primera vez, compartí mi deseo de resaltar el arte de nuestro país y de destacar lo que ya tenemos. Elena, con su visión estratégica y su pasión por el arte hondureño, comprendió que el reto no solo era crear piezas bellas, sino también darle al rubro el valor y la credibilidad que merece en los mercados internacionales.
Elena me inspiró con su dedicación a combinar su conocimiento del arte con lo hecho a mano local, buscando siempre honrar a los artesanos y destacar lo mejor de sus creaciones. Le propuse que trabajáramos juntas para nuestra colección SS24, integrando los jarrones de su marca Del Barro como parte central de nuestra campaña visual. Esta colaboración no solo es una forma de mostrar el arte del barro al mundo, sino también de demostrar cómo una visión compartida puede generar impacto y crecimiento.
Ahora, para FW24, hemos dado un paso más allá. No solo continuamos incluyendo estas vasijas tan únicas, sino que estamos creando, con la combinación de ambas artes, un nuevo artículo exclusivo que verá la luz para SS25. ¡Pronto compartiremos algunos adelantos! Esta colaboración entre marroquinería y alfarería une dos tradiciones en una declaración de orgullo y propósito: hacer crecer el arte hondureño y mostrar al mundo el legado de autenticidad y fuerza que define a Nuestra Comunidad.